El lugar: conexión entre barrios
El “Nuevo” hospital de San Martín se sitúa en un punto estratégico de conexión entre cuatro grandes barrios de Las Palmas. Su proximidad al centro histórico de la ciudad y a los diferentes espacios culturales del área lo convierte en un punto idóneo de unión e interconexión, así como en un foco cultural para la investigación y difusión del arte canario.
La creación del Museo de Bellas Artes de Gran Canaria es la oportunidad para dotar al lugar, no solo de un museo, sino de un espacio abierto, tanto a los visitantes, como a los propios habitantes de Vegueta.
La llegada al museo
Se busca una mejora del entorno próximo al edificio mediante la creación de una plaza de entrada al MUBA, llamada plaza San Martín, dotada con parada de guaguas escolares y turísticas, así como con aparcamiento para personas con discapacidad funcional. Bajo esta plaza se propone un parking subterráneo que mejore la fluidez y alivie al barrio de la presencia de vehículos. Una de sus plantas está reservada para uso exclusivo del personal del museo.
Se propone una calle que atraviesa todo el conjunto, llamada pasaje de San Juan, conectando los barrios altos de San Juan y San José con la parte baja de la orilla sur del Guiniguada. Esta calle de eminente carácter público, busca abrir el edificio a todos los ciudadanos. A su paso da acceso a la plaza Obispo Servera, un espacio de estancia tanto para los visitantes del museo como para cualquier otro ciudadano que utilice o no los servicios e instalaciones del edificio.
El conjunto del hospital
Las actuaciones generales sobre el edificio se limitan a dotar al conjunto de limpieza y claridad volumétrica, primando el respeto por los elementos originales. La intervención más importante supone la sustitución del antiguo edificio de la panadería por el depósito de obras de arte, ya que sus requisitos de volumen, accesibilidad y ausencia de barreras arquitectónicas no permiten su reubicación en ninguno de los edificios existentes. Esta intervención en la fachada trasera del conjunto permite a su vez el ensanchamiento de la calle Real de San Juan mejorando la fluidez de circulación y posibilitando la ubicación del muelle de carga para el transporte de obras. Se mantiene la presencia del muro como elemento delimitador del perímetro del conjunto.
Poniendo en duda la necesidad de un auditorio de grandes dimensiones en un edificio destinado a museo, se plantea una sala de dimensiones modestas que podría ejecutarse en una última fase de proyecto y si, en función de la solvencia económica, no se llegara a construir, su lugar de ubicación estaría preparado para ser una plaza pública accesible y conectada con el resto de los espacios del edificio.
Otra actuación propuesta supone el derribo de las escaleras situadas en el patio norte del antiguo departamento de las educandas, ya que su restauración y reutilización no es económicamente rentable y esta limpieza permitiría la activación de ciertas salas actualmente no accesibles para discapacitados y la apertura de ventanas en varios de sus frentes.
Los tratamientos de acabado de todo el conjunto serán discretos y tan solo presentará color en zonas puntuales para destacar y diferenciar la intervención de la parte original. Los nuevos espacios exteriores se harán con materiales del lugar como picón y roca volcánica negra, de bajo coste de mantenimiento.
La visita al MUBA
Se mantiene la entrada principal del actual Centro de Cultura Contemporánea San Martín como acceso al futuro museo. En torno al primer patio se ubican todos los servicios necesarios para el inicio de la visita, reactivando el puesto ya existente de venta de tickets y la escalera principal. En el actual ciber-café se sitúa la tienda.
Se evita el actual uso del montacargas como ascensor para visitantes mediante la creación de un nuevo núcleo vertical que conecta todas las plantas del edificio.
Se ha puesto mucho esfuerzo en convertir este conjunto en un lugar accesible para las personas con discapacidad. Cada itinerario posible ha sido dotado de un recorrido accesible paralelo, de manera que todas las exposiciones, permanente y temporales, así como los espacios de recreo, puedan ser recorridos sin barreras arquitectónicas.
Las diferentes salas se han situado de manera que el recorrido expositivo comience y termine en un mismo punto de control. Una vez finalizada la visita, este mismo espacio sirve de distribuidor al resto de servicios del museo.
El recorrido expositivo está compuesto tanto por espacios interiores, aislados y neutros, como por los patios originales del edificio. La visita finaliza en espacios de carácter más abierto, de estancia y recreo.
El exhaustivo estudio de las circulaciones interiores permite que los recorridos públicos y los privados del personal del centro, sean independientes.
La única intervención sobre la FASE 1 se reduce a la apertura de huecos para la conexión con la nueva superficie de actuación, de manera que el actual Centro de Cultura Contemporánea San Martín pueda continuar en funcionamiento durante el período que duren las obras de rehabilitación del resto del conjunto. Una vez terminadas, la terraza ya construida en la FASE 1, podría ser utilizada gracias a un acceso propuesto que conecta directamente con la misma.
Teniendo en cuenta el actual problema de los museos a la hora de darse a conocer y subsistir, se propone la posibilidad de transformar la residencia de visitantes en un pequeño hotel que ayudara a financiar el museo. Si se habilitara la zona del bajo cubierta correspondiente a la FASE 1, actualmente en desuso en su mayor parte, se podría ampliar el número de habitaciones para conseguir una mayor rentabilidad. Un breve estudio económico de un hotel de estas dimensiones estima un beneficio anual de 153.000 euros.
Las instalaciones del MUBA
Se ha buscado ubicar todos los equipos de instalaciones en un mismo punto para mejor mantenimiento y reparación. Por su gran volumen y peso, se sitúan en el espacio sobre el muelle de carga, ya que se trata de un edificio de nueva construcción y estará calculado para este propósito. Se distribuyen a través del edificio intentando causar el menor impacto en la volumetría general, mediante falsos suelos en varias de sus salas.
Frente a la fuerte presencia de las instalaciones actuales, se propone una actuación más respetuosa con el carácter de una sala expositiva, evitando la presencia de tubos que distraiga la atención del visitante. Para ello, se distribuye en vertical, utilizando unos muebles específicos integrados en la secuencia de salas expositivas.
Un edificio para todos
El nuevo MUBA Gran Canaria se presenta como un edificio abierto a la ciudadanía. Está dotado de numerosos espacios públicos que actualmente son necesarios, como una biblioteca 24 horas o unas salas de ensayo para las murgas locales.
A su vez, es un lugar para gente de todas las edades, desde las zonas para la tercera edad del centro de acogida, hasta los talleres del DEAC para los más pequeños.
Con esta estructura compleja y ordenada se consigue, no solo un espacio de exposición, sino un lugar de acercamiento a la cultura donde conocer, aprender y disfrutar.
Presupuesto:
Presupuesto de ejecución material: 7.425.651,66 €
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