Contemplar la historia, vivir la memoria

Finalizada la conquista de Canarias se inicia, bajo la protección de San Martín, la fábrica del antiguo hospital. Se trataba de una sencilla construcción, ubicada al poniente de la Plaza de los Álamos, formada por escasas dependencias: dos salas para enfermos, otra para niños expósitos, y una más para el servicio.

En el último tercio del siglo XVIII la población de la ciudad se había cuadriplicado, de modo que la construcción primitiva resultaba a todas luces insuficiente. Ello traerá consigo la construcción de un nuevo edificio, que debe mucho al alicantino obispo Servera, quien impulsa la iniciativa en 1773, de modo que la primera piedra se colocó el 1775. Bosch, J.: El Hospital de San Martín.

Difundir

El Museo de Bellas Artes de Gran Canaria debe ser una respuesta real a una necesidad de nuestra sociedad, un lugar que acoja y difunda la Historia del Arte en Canarias, cuya misión será la de adquirir, conservar, estudiar, exponer y difundir el patrimonio material e inmaterial que conforma la Historia del Arte en Canarias y especialmente la de Gran Canaria.

Integrar

Integrar las cuatro áreas del casco histórico en cuya encrucijada se encuentra el antiguo Hospital de San Martín; La zona alta de Vegueta, San José, San Juan, y la orilla Sur del Guiniguada: Entendemos el Edificio como elemento de articulación urbana, y por lo tanto que sus accesos mejoren las conexiones de los barrios de su entorno. Integramos la orilla Sur del Guiniguada con la zona alta de Vegueta y San Juan mediante una infraestructura urbanística potente que resuelva la diferencia de cota y que contiene dos elementos principales; una torre de comunicaciones y el edificio de aparcamientos. La torre es un hito en el paisaje urbano, un referente visual a mayor escala urbana. La relación del Museo con su entorno inmediato, Vegueta y San Juan, la resolvemos mediante sendos espacios libres que “oxigenan” visual y funcionalmente ambas tramas urbanas en su contacto con el edificio.

Integrar las distintas partes del inmueble derivadas de sus sucesivas ampliaciones: Mantenemos aquellas partes o edificaciones que por sus valores históricos y arquitectónicos deben conservarse. El área expositiva la resolvemos en las zonas más continuas, ampliadas además a otras zonas ocupadas actualmente por edificaciones de menor peso arquitectónico e histórico, que desaparecen para conformar un espacio expositivo compacto, ordenado y fluido en las circulaciones.

Integrar la Fase 1 con la Fase 2 para conformar un Museo unitario: El alcance de nuestra intervención varía en ambos lados de la Capilla que ocupa el centro de la actual Fase I. Por el naciente disponemos las exposiciones temporales y por el poniente la exposición permanente. Para bien de la sectorización del Museo, la Capilla pasa a ser una pieza que separa más que une espacios como sucede actualmente.

Acceder

Accesos público: Desde la calle Juan de Quesada y como continuación del Eje cultural del Guiniguada el público accede por la torre que arranca en la calle Verdi y conduce a la plaza de antesala del Museo, a la que se llega también desde Ramón y Cajal. Entendemos esta plaza como un gran espacio urbano de relación en el que el vacío es su principal valor frente al protagonismo de la fachada del Museo y la torre como referente visual.

Aparcamientos públicos: También desde Juan de Quesada y por la calle Verdi, los vehículos acceden al edificio de aparcamientos. El público se incorpora al itinerario anterior principalmente por la torre o por un segundo núcleo de comunicación vertical.

Personal: Dispone de su propio acceso rodado por la calle Real de San Juan, con el objeto de sectorizar las circulaciones. Por este lindero situamos una planta de aparcamientos para 28 vehículos en el sector nuevo del Museo.

Guaguas: Como solución a las limitaciones espaciales del barrio de Vegueta, El acceso y paradas de las guaguas lo situamos también por la calle Juan de Quesada, delante de la torre.

Bienes culturales: Por las enormes dificultades de acceso de camiones capaces de transportar obras de gran formato al barrio de Vegueta y su maniobrabilidad en las calles perimetrales del Museo, situamos el muelle de carga y descarga en la calle Verdi. Para ello, nuestra propuesta incluye la reordenación de la edificación de la parcela del Archivo Naval, manteniendo la edificabilidad existente y con acceso por la calle Ramón y Cajal, del que carece en la actualidad.

Sectores de independencia funcional: Por la calle Real de San Juan disponemos otros accesos a los sectores del Museo que requieren de independencia funcional.

Acceso Principal del Museo: El Museo necesita un gran espacio en la entrada, amplio, diáfano y flexible, como origen del recorrido de la exposición y lugar de referencia. Lo conforman el actual patio del lado poniente de la Capilla más una ampliación derivada de la eliminación de uno de sus cerramientos, concretamente el lado frontal según accedemos. Como pieza protagonista situamos una gran escalera noble, que indica el punto de partida del recorrido de la exposición.

Conservar

La búsqueda de un resultado equilibrado entre la complejidad del nuevo programa y la conservación de la memoria histórica y arquitectónica del antiguo inmueble ha sido una constante en nuestra propuesta, con la premisa de que las distintas ampliaciones siempre han respondido a las necesidades de cada momento, lo cual no iba a ser diferente ahora más aún tratándose de cambiar el uso a Museo.

Renovar

Las exigencias dimensionales de algunos de los sectores del nuevo Museo requiere la construcción de volúmenes que contengan grandes estancias, alturas generosas, y circulaciones amplias y racionales. Salvo la zona de fachada a Ramón y Cajal, el actual inmueble carece de cuerpos edificados de estas características, y tampoco ha sido nuestra intención modificar sustancialmente la volumetría ni las fachadas .Por lo tanto, gran parte de estos nuevos espacios los situamos bajo rasante y para ello renovamos el tramo del lindero sur entre la ampliación de 1855 y la ermita de San Juan.

Recorrer

El Público: Recorrido Ordenado y flexible, de accesibilidad universal, en espacios capaces de articular el proyecto museográfico sin que condicione su discurso.

La exposición se desarrolla en tres plantas. Los espacios de circulaciones horizontales transcurren en paralelo a una disposición de salas contiguas y comunicadas entre ellas. En la zona nueva mantenemos la misma disposición de salas y circulaciones que en la parte antigua, buscando una configuración espacial simétrica y de fácil lectura para el visitante. De las circulaciones verticales destaca la escalera noble del Museo, las demás están pensadas más como recorridos alternativos y de evacuación. Al final del recorrido, la misma escalera conduce a la gran terraza- mirador, desde donde se accede a otros servicios del Museo.

Los Bienes culturales: La funcionalidad, flexibilidad y sectorización de estas circulaciones ha sido una constante en nuestra propuesta. En ningún punto del Museo se cruzan las circulaciones del público con las de las obras, facilitando por tanto su transporte por el interior del Museo sin afectar al recorrido de la exposición.

El diseño y dimensionamiento de las circulaciones que conectan el muelle de carga, la zona de reserva, y el área expositiva, responden a la eficiencia del transporte y de la maniobrabilidad de las obras y medios auxiliares.

Presupuesto:

Presupuesto de ejecución material: 12.600.091,99 €

Capítulo
Importe €
1
Movimiento de tierras
252.001,84
2
Cimentación
504.003,68
3
Estructuras
2.772.020,23
4
Tabiqueria
1.008.007,36
5
Cubierta
126.000,92
6
Saneamiento
378.002,76
7
Fontaneria
504.003,68
8
Electricidad
630.004,60
9
Carpinteria
1.512.011,04
10
Pavimentos
1.008.007,36
11
Yesos
882.006,44
12
Alicatados/Aplacados
630.004,60
13
Revestimientos exteriores
1.134.008,28
14
Pinturas
630.004,60
15
Aparatos sanitarios
630.004,60


Descargas

Propuesta museográfica (754 kb)