Visitar la parte no rehabilitada de San Martín se presenta a día de hoy, como un paseo por el desorden y el abandono de uno de los conjuntos arquitectónicos históricos por excelencia de nuestra ciudad, donde se siente como el alma del lugar ha sido tapiada o solapada por muros y forjados colocados sin control a lo largo de todo el conjunto, haciendo de San Martín un lugar oscuro y deprimido donde se pierde la concepción del espacio que nos rodea, siendo dificil recorrerlo, no solo por su disposición laberíntica, sino también por su gran cantidad de escaleras y desniveles innacesibles para muchas personas.

Así, con sumo cuidado, hago un estudio pormenorizado de cada uno de los espacios que conforman el edificio y tomo decisiones de como actuar, eliminando ciertos volumenes para abrir el edificio a la ciudad y al cielo, ya que parece estar cerrado sobre si mismo; además, las muchas modificaciones que se han llevado a cabo a lo largo de los años serán eliminadas para devolver el carácter original del lugar, respetándolo y mejorándolo, haciéndolo accesible a todos, consiguiendo un museo al que siempre se quiera volver.

Tras la eliminación de una serie de volúmenes, hago dos potentes excavaciones en el corazón del edificio que albergarán dos salas de exposiciones temporales, el taller DEAC y el salón de actos, encontrándose cada uno anexo a un nuevo patio con vegetación; las cubiertas de estas salas conformarán el suelo del gran patio que nutrirá a San Martín de la luz que tanto necesita. De esta manera, no solo tendremos un elemento que aporta aire nuevo al edificio, también se convertirá en el núcleo que unificará la propuesta, tanto la nueva aqui aportada, como la que ya se ha llevado a cabo (fase A#1), además, si es necesario podrá cubrirse gracias a unas lonas flexibles enganchadas mediante tensores, haciendo crecer el área expositiva exponencialmente.

Además, la ejecución de las obras no será una molestia para la parte ya rehabilitada, ya que al abrirse el edificio hacia San Juan, será desde ahí desde donde comiencen las obras, por lo tanto la fase A#1 se mantendrá completamente operativa hasta el final de las obras.

Se llevará a cabo una fuerte y dinámica rehabilitación del resto del complejo, donde primará la accesibilidad y la conservación de los elementos ya existentes, los cuales deben mantenerse para mantener intacta el alma del edificio. En ningún caso se tapiará una puerta o una ventana, en los casos donde, por requerimientos de las salas expositivas, se deba sellar un hueco para controlar la entrada de luz, se mantendrá la disposición del hueco y se dispondrán unas lamas de madera que controlen la entrada de luz, dejando el recuerdo del hueco a la vista de todos los visitantes.

Con esta intervención, se modernizará el centro en todos los ámbitos, tanto en las salas expositivas, donde se parte del modelo de caja blanca, como de los sistemas energéticos (buscando la eficiencia energética y la sostenibilidad con el uso de energía solar) y de telecomunicaciones.

Respecto al entorno, se producirán dos grandes cambios; el primero, en el gran solar que se encuentra paralelo a la calle Ramón y Cajal, donde proyecto un aparcamiento que puede tener hasta tres plantas subterráneas (según las necesidades reales del museo) sobre el que se asentará una gran plaza anexa a la fachada principal de San Martín, esta conectaría mediante un ascensor y un sistema de escaleras y plazoletas a medias alturas con la calle Verdi, casi trece metros por debajo, respetando el majestuoso Laurel de Indias que preside esta calle, uniendo el cauce del Guiniguada con el Museo de Bellas Artes de Gran Canaria.

La segunda intervención en el entorno de San Martín se producirá en la calle Real de San Juan, la cual se ensanchará medio metro de media y se hará una pequeña plaza-escalinata que invita a entrar al museo y que dará soltura al constreñido barrio convirtiéndose en la plaza de la que carece la Ermita de San Juan.

Presupuesto:

Presupuesto de ejecución material: 4.997.623,46 €

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Propuesta museográfica (4,88 Mb)